(AW) Un diálogo a partir de los testimonios de ex presas políticas de las dictaduras de Argentina, Chile y Uruguay se llevó a cabo ayer y hoy en el Centro Cultural Ricardo Rojas, que depende de la UBA. En el mismo las panelistas comentaron sus vivencias durante los años de plomo en sus países.
Buenos Aires, 26 de Marzo de 2008. Agencia Walsh- El encuentro titulado “Mujeres/cuerpos/prisiones/pasiones/revoluciones. Historias sin punto final” permitió poner en común vivencias, reflexiones y pensamientos de las mujeres cuya militancia política durante las décadas del 60 y 70 fue castigada por los gobiernos de facto con prisiones y torturas extremas, hasta el asesinato de algunas compañeras.
La reunión que tuvo lugar en la sala Abuelas de Plaza de Mayo, especialmente decorada para la ocasión con banderas como las de la agrupación “Pañuelos en rebeldía”, que le daban al escenario una calidez propicia para el desarrollo de la jornada. También se podían observar sobre las paredes negras y desnudas de la sala algunos afiches que rezaban “La voz de las presas políticas”.
El panel de hoy a la noche estaba compuesto por ex presas políticas de Argentina, Chile y Uruguay. Entre las representante de nuestro país pudimos escuchar el testimonio de Nora López, ex detenida desaparecida, quien relató sus día de cautiverio. “Teníamos los ojos vendados y estábamos atadas a la pared”, relato con indignación y aclaró que, a diferencia de las experiencias de las compañeras de los otros países del continente, en Argentina “no había cárceles de mujeres”.
En otras de sus intervenciones para dejar en claro cuan diferenciadas estaban las cuestiones de género durante los años de la represión, López comentó: “para los genocidas, nosotras éramos raras mujeres que leíamos y nos interesábamos por las atrocidades que se cometían en nuestro país”.
Por otra parte, la militante de Derechos Humanos se refirió al trabajo que vienen realizando distinta agrupaciones por “la justicia como construcción histórica”. De esta manera dejó en claro la necesidad de justicia para los asesinos pero enfatizó “nuestra responsabilidad con la injusticia de hoy”.
Entre los duros relatos de estas mujeres, que no hicieron más que reafirmar su compromiso ideológico, el mismo de aquello años de juventud y algunas canciones dedicadas para las visitas la amena jornada llegó a su fin. La gran concurrencia y el apoyo de numerosas agrupaciones sociales dejó en claro la necesidad de estos encuentros.
Entradas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario