(AW) Un decreto del gobierno ordenó el regreso al Estado de la fundición de metales de Vinto por irregularidades en su privatización. Actualmente pertenecía a una multinacional suiza y antes había estado en manos de una empresa del ex presidente Sánchez de Lozada.
La Paz, Bolivia, 09 de febrero de 2007 (Agencia Pulsar y Agencia Rodolfo Walsh). El presidente de Bolivia, Evo Morales, reestatizó una planta de fundición de metales que pertenecía a una filial de una empresa suiza. Lo hizo a través de un decreto que firmó en un acto público ante cientos de trabajadores del sector a quienes aseguró que "llegó la hora de nacionalizar todos los recursos naturales" del país.
El decreto firmado por Morales argumenta irregularidades en el proceso de privatización de la fundición, cuyas operaciones fueron pasando a manos privadas en lo últimos años de la década pasada. La Compañía Minera del Sur (Comsur), propiedad del propio Sánchez de Losada, compró las acciones a Allied Deals PLC para gestionar las actividades de la fundidora hasta su venta a Glencore Internacional A.G. en 2004.
La fundición boliviana tiene una capacidad de producción anual de treinta mil toneladas métricas de estaño metálico y cinco mil toneladas de antimonio metálico. Morales señaló que "si las empresas están robando la plata del pueblo, si no están respetando las leyes bolivianas, no tengo otra alternativa que recuperar esas empresas que antes eran del Estado".
El primer mandatario explicó que la recuperación de las fundiciones de estaño y antimonio junto a un fuerte aumento de tributos configurará una "segunda nacionalización" del sector. En su discurso, el mandatario se quejó de que la empresa fue constituida por el Estado a un costo de U$S 10 millones en la década de 1970 y "rematada" por U$S 6 millones. Y contuvo fuertes críticas al neoliberalismo. "Llegó la hora –añadió- de nacionalizar todos los recursos naturales del país".
Antes, el ministro de Minería, José Dalence, advirtió que el Gobierno no aceptará presiones de "ninguna embajada", en aparente alusión a la legación suiza, que en diciembre se manifestó preocupada por el primer anuncio sobre los planes para reestatizar Vinto, propiedad del grupo suizo Glencore Internacional A.G.
La decisión llega apenas después de que el gobierno accediera a los pedidos de los trabajadores de cooperativas mineras que realizaban una multitudinaria protesta contra un aumento impositivo.
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