(AW) El próximo viernes 17 de abril, Día de la Lucha Campesina en memoria de los 19 campesinos asesinados en 1996 por policías militares brasileños, se realizará una jornada de lucha en todo el continente. En esta nota, se hace referencia a la coyuntura campesina latinoamericana y a los principales reclamos.
(Brasil, 11 de abril de 2009. Por Kaos en la Red) El 17 de abril de 1996, policías militares brasileños abrieron fuego contra una marcha del MST (Movimiento de los Sin Tierra de Brasil) en ElDorado dos Carajas.
En total, 19 campesinos fueron asesinados, 69 sufrieron diversas mutilaciones y cientos fueron heridos. De entre las victimas, al menos 10 fueron ejecutados extrajudicialmente después de que éstos se rindieran.
El mismo 17 de abril de 1996, mientras tales trágicos hechos sucedían, La Vía Campesina celebraba su Segunda Conferencia Internacional en Tlaxcala, México. Campesinos, mujeres y hombres de todo el mundo, declararon esa fecha "Día Internacional de la Lucha Campesina" en homenaje a la lucha por la tierra y los derechos de los campesinos en Eldorado de Carajás y en todo el planeta. Todos los años, cientos de campesinos y campesinas son arrestados, oprimidos, intimidados e incluso asesinados por su lucha por la vida.
Casi la mitad de la población mundial son campesinos/as y pequeños agricultores, y los alimentos que estos producen son el eje central de la vida de la gente. La agricultura no es solo una actividad económica más, sino que también significa vida, cultura y dignidad para todas nosotras y nosotros.
Aun así, campesinos y campesinas de todo el mundo se ven obligados a luchar en defensa de su derecho a alimentarse y a alimentar a sus comunidades. Todos los años, miles de líderes campesinos son arrestados en su empeño por conservar la tierra, el agua y los recursos naturales, su empeño por preservar la vida. Hechos como masacres, asesinatos extrajudiciales, arrestos y detenciones arbitrarias, y persecución y hostigamiento político son comunes.
Las familias rurales pobres representan un 75% de la población que sufre hambre endémica. Los índices de analfabetismo aumentan en las áreas rurales, la atención sanitaria y los servicios públicos se están desvaneciendo y la pobreza se propaga. Las muj eres y los niños son los más afectados y la discriminación contra las mujeres impone una doble carga sobre sus hombros.
La violación de los derechos de las campesinas y de los campesinos ha crecido dramáticamente con la liberalización de la agricultura, lo que ha forzado a los campesinos y las campesinas a producir para la exportación y ha entrar en un modelo de producción industrial. Instituciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Banco Mundial, o los Tratados de Libre Comercio (TLC) obligan a las campesinas y a los campesinos a seguir ese camino.
El campesinado está desapareciendo masivamente en todo el mundo, y un puñado de grandes empresas transnacionales se han hecho con el control sobre la producción y la comercialización de alimentos (desde la producción de semillas hasta las grandes cadenas de supermercados). Los gobiernos y las instituciones internacionales han desarrollado políticas para apoyar los agronegocios y desmantelar la agricultura campesina. Los alimentos han quedado en manos de especuladores, lo que ha derivado en la crisis alimentaria actual. Europa y Asturies no son ajenas a estos hechos. Esta política también ha hecho desaparecer a miles de campesinos y campesinas (60.000 en Asturies).
El campo queda desierto y nuestros alimentos los producen industrias. El medio ambiente se deteriora, nuestra calidad y seguridad alimentaria también. Y todavía no se acabó el ataque al campesinado: la próxima liberalización del sector lácteo condena a los pequeños productores al abandono de la ganadería.
Nuestra alimentación está en manos de la agroindustria y de los especuladores.
Pero no nos resignamos.
Nos organizamos en grupos de consumo para consumir alimentos campesinos.
Compramos en las tiendas de comercio justo donde podemos encontrar productos locales e importados. Vamos a los mercados y a las tiendas de nuestro barrio.
- Reclamamos cambios en las políticas. Y salimos a la calle a protestar, a denunciar y a gritar:
- Queremos un mundo rural vivo.
- Queremos alimentos suficientes en calidad y cantidad.
- Queremos que los pueblos decidan sobre su alimentación y agricultura.
- Queremos Soberanía Alimentaria. Y luchamos por ella.
¡Unete al Día Internacional de Lucha Campesina.
Concentración: 17 de abril. 20 hrs. Delante del Campoamor-Oviedo
video: http://www.un.org/webcast/
Apoya por internet la Declaración de los Derechos de Campesinas y campesinos.
http://www.viacampesina.org/
AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH
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