(AW). Así lo demostraron los análisis de las muestras de emanaciones gaseosas tomadas por expertos de la Nación. Durante los meses que la chimenea de la papelera careció de filtro, se contaminó el aire con una cantidad de partículas cinco veces por arriba de lo establecido por las normas de referencia. Confirman que esto podría haber dañado gravemente cultivos y la salud de la población. San Miguel de Tucumán, 3 de julio (Agencia Walsh). Los resultados de los análisis de las emisiones gaseosas provenientes de Papelera Tucumán confirmaron las denuncias (y el temor) de los vecinos de Lules: durante varios meses la empresa arrojó a la atmósfera una cantidad de partículas que supera cinco veces los límites fijados como pautas de referencia por la provincia de Buenos Aires y por normativas federales de Estados Unidos.
Así lo determinó un informe preliminar surgido del monitoreo realizado por expertos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en la chimenea de la papelera, el 10 de mayo pasado, y al que tuvo acceso primerafuente. Ahora, este documento se encuentra en manos de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación (financió los análisis) que, por su parte, remitirá copias a la Secretaría provincial del área y a un grupo de vecinos de Lules, quienes, mediante una serie de denuncias, encabezaron la intervención del Estado frente a la contaminación que genera la empresa.
En rigor, el informe de la CNEA hace referencia a tres tomas realizadas de las emisiones gaseosas provenientes de la chimenea del sector de quema del “licor negro” (sic). Mientras los valores tolerados por las normas de referencia utilizadas (Buenos Aires y Estados Unidos) están fijados en 250 miligramos por metro cúbico de aire, Papelera Tucumán arrojó en las tres tomas, 1.693, 1.674 y 1.194 miligramos de particulado por metro cúbico. Es decir, cinco veces por sobre el valor de referencia permitido. En tanto, los niveles de monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de azufre y oxido de nitrógeno no arrojaron valores significativos.
“Vale la pone recordar que hablamos de terrenos aledaños destinados al cultivo de frutas finas y de persistir a lo largo del tiempo estas emisiones con esta carga material en suspensión, resultarían dañinas para la producción y, en definitiva, para la salud de habitantes que vivan en las inmediaciones de la empresa”, sostiene el informe de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación.
De esta forma, si se tiene en cuenta que el filtro de la chimenea de la papelera, según vecinos de la zona, habría dejado de funcionar hace aproximadamente ocho meses, la situación en las poblaciones cercanas a las planta sería alarmante.
Ahora, el siguiente paso de la CNEA es determinar, a partir de las muestras tomadas, los valores de carbonato de calcio de las partículas emanadas lo que demostraría que la contaminación de la empresa del ex diputado menemista Alberto Pierri sería mucho más grave de lo pensado.
Fuente: Primera Fuente
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