(AW) La vidriera irrespetuosa.... no privó a los enamorados del deporte, al decir del comandante Fidel Castro, de disfrutar una pausa refrescante del sudor bélico-político cotidiano, tratándose del mega encuentro más deseado y competitivo del mundo: los Juegos Olímpicos. Desparejos como las economías, las políticas y las culturas desparejas de más de 200 países desparejos bajo el parejo manto de un sistema dominante, por ahora.
Buenos Aires, 7 de Septiembre de 2008 (Agencia Walsh, por Meriem Choukroun). La vidriera irrespetuosa.... no privó a los enamorados del deporte, al decir del comandante Fidel Castro, de disfrutar una pausa refrescante del sudor bélico-político cotidiano, tratándose del mega encuentro más deseado y competitivo del mundo: los Juegos Olímpicos. Desparejos como las economías, las políticas y las culturas desparejas de más de 200 países desparejos bajo el parejo manto de un sistema dominante, por ahora.
Los Juegos, donde se juega el trabajo incansable, la disciplina, la alegría, la competencia puntual, la tranquilidad de algún Estado que responde por la salud, el trabajo y la educación de sus deportistas, también se juega el afán de las Naciones más poderosas de ganar el trofeo mayor, sólo por no perder una medalla. Y así, entran al Estadium y ordenan o desordenan el juego dejando estrecho margen al azar. Porque el internacionalismo existe y las fronteras son puro cuento.
Bien vale recordar los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna que se desarrollaron en 1896 para certificar algunos aspectos. Trece países dieron el puntapié inicial. De modo creciente, se agregaron atletas de más países y, entreveradas, las olímpicas guerras que echaban por tierra los generosos derroteros de propiciar la armonía internacional, al punto de recurrir a la "tregua olímpica" como excusa de un alto el fuego.
Pero las políticas se dirimen hasta en el menor intersticio. En los Juegos de Berlín, Adolf Hitler no reconoció las hazañas de un estadounidense negro que ganó cuatro medallas de oro.
Los Juegos Olímpicos de 1972, en Munich, quedaron enlutados por el asesinato de varios atletas que pagaron con sus vidas el grave y persistente conflicto de Medio Oriente. Las actividades olímpicas debieron suspenderse por un día para homenajear in memorian de los deportistas.
Y así, los Olímpicos de 1976 en Montreal con posturas discriminatorias; los sucesos de varios países africanos contra Nueva Zelanda porque incumplió lo establecido internacionalmente contra el apartheid y sigue la lista.
Este año, Estados Unidos no se retiró de los juegos como lo hizo en 1980 en protesta contra la Unión Soviética pues ahora no tiene feroz contrincante. El mundo unipolar aún es suyo y por eso ordenaron a Georgia el enfrentamiento con Rusia, espaldarazo mediante, para asegurarse el dominio de los recursos estratégicos y agrandar la OTAN al tiempo que dio el presente en Beijing.
Algunos medios de comunicación dieron cuenta que para México, fue exhibición de la miseria moral de sus autoridades y fracaso lógico en las pistas. Los dioses aztecas se enojaron y los ciudadanos también. Un país de más de 100 millones de habitantes tiene tan pobre desempeño? cuántos de ellos comen? Pero las clases bajas, que inventan alegría para sobrevivir enviaron sus atletas con la fuerza moral que el Estado desprecia.
Las mexicanas, que hicieron buen papel en el vóley ball playero, tuvieron que empezar a jugar con uniformes prestados por sus compañeras de Alemania. Así es el juego amateur, hoy tan vapuleado, cada uno/a debe atender su juego mientras las marcas automotrices, telefónicas, Coca Cola y toda clase de capitales llenan los bolsillos de las empresas mass-media decidiendo también los resultados .......de la caja. Una medallita por favor!!
Y los contrastes a la orden del día: jugadores que valen millones de dólares compitieron en el "Estadio de los Trabajadores" explotados de China.
Los deportes individuales dieron paso a los equipos.
En Argentina accedieron a instancias superiores el fútbol, el hockey femenino, el básquet y el yachting desde un alto profesionalismo y las medallas del caso. Se destacaron Las Leonas, Emanuel Ginóbili y un grupo de jugadores que arribaron a la meca del básquet.
El amateurismo del esfuerzo y la disciplina marcó un hito en el ciclismo olímpico en las figuras de Juan Curuchet y Walter Pérez. La yudoca argentina Paula Paretto se alzó con medalla de bronce marcando el ingreso de una camada de jóvenes comprometidos, que en algunos casos cuentan con apoyo Estatal. Pero la falta de planificación institucional a largo plazo dificulta la repetición de resultados exitosos.
En tanto, los deportistas cubanos jugaron entre las más rutilantes figuras del deporte mundial para entregar, humildemente, sus medallas al Comandante Fidel Castro, el 'padre' creador del deporte revolucionario de Cuba, donde el atleta no es mercancía y el pueblo lo practica con derecho inalienable. Por eso, en 1966, una delegación cubana pudo amenazar con llegar nadando a las costas puertorriqueñas para competir en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe si Estados Unidos se oponía.
También es contrastante que siendo los Juegos Olímpicos una competición de atletas individuales, no de países, donde el COI (Comité Olímpico Internacional) no da los resultados por naciones, los atletas no tienen el menor poder de decisión.
Días, horas y años de pegar a la pelota, soltar jabalinas, desafiar vallas, nadar, correr cien metros llanos o saltar con garrocha sirvió para dirimir la hegemonía mundial, básicamente.
La verdadera competición está fuera de la zona olímpica y los empresarios ya se relamen teniendo en cuenta que China tiene 400 millones de adolescentes que la miran por TV y sueñan con ser deportistas. Y que la mayoría de la población china no practica ningún deporte pero cuando lo hagan ¡agarrate Catalina que vamos a cabalgar!!
El mundo quedó impresionado por la organización y las instalaciones de diseño avanzado, y es opinión general de que estos han sido los mejores juegos olímpicos de la historia, para desgracia de Occidente, pues no quiere ver a China más que como taller planetario de manufacturas.
Lo que no pudo evitarse fue la exposición monumental de su Gran Muralla China, versión siglo XXI: Los Juegos Olímpicos, como una suerte de advertencia de su posicionamiento a nivel mundial. Y agrega el Comandante Fidel: "Usados con rigor, estos emblemas deslumbran y concentran la atención, y en este caso en la arquitectura monumental; son los paradigmas de la sociedad anfitriona, híper cargados de sentido, que apelan directamente al subconsciente."
En fin, el deporte es una expresión mezclada dentro del paquete de la vida. El saqueo o la compra de deportistas, las mafias, trampas o gambetas apuntan a derribar al enemigo en todas las competencias, más allá del deporte.
Y más allá de los resultados, la ceremonia finalizó con una suelta de palomitas, simbolizando el espíritu pacífico de las Olimpiadas. Y aquí no ha pasado nada....
AGENCIA DE COMUNICACION RODOLFO WALSH
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